Parece que últimamente no se habla de otra cosa en lo que a música se refiere: el trap está en la cresta de la ola y en especial parece que se ha convertido en una seña de identidad generacional para muchos adolescentes alrededor del mundo. Sin embargo, no poca gente aún está un poco perdida respecto a lo que representa esta música y los motivos de su éxito.
¿Qué características definen al trap? Su tempo denso, la cadencia de los cantantes y las rimas en tresillo son algunas de las claves del sonido, pero sin duda lo más característico es el uso que se hace de una serie de efectos determinados: el tintineo de los platillos charles o hi-hats, los arreglos de sintetizadores o la omnipresencia del autotune en la voces. Por supuesto, tampoco podemos obviar el carácter polémico de las letras, cuya vinculación a la marginalidad tiene mucho que ver con los orígenes del estilo, aunque ahora sea un elemento impostado en muchos músicos.
¿Y cuáles son entonces los orígenes del trap? Se sitúa en Atlanta, una de las ciudades de referencia en la escena hip hop americana y concretamente del conocido como ‘Southern rap’. El popular rapero T.I. se proclama a sí mismo como inventor del término y desarrollador original de la escena.
Es a partir de 2010 cuando el trap comienza a tomar identidad propia y a alcanzar éxito en las listas. Pocos años más tarde se consolida una escena en la Península, y no podemos dejar de destacar el hecho de que tiene su epicentro en Barcelona, de donde proceden nombres tan conocidos ya como Kinder Malo, Pimp Flaco, Bad Gyal, Yung Beef o P.A.W.N. Gang.
El trap genera tanta adhesión como rechazo, y hay quien compara su incomprensión por parte de los que ya empiezan a ser un poco ‘puretas’ con la que en su día generaran otros géneros, desde el rap más mainstream al mismísimo rock and roll allá por los 50. El tiempo dirá si este estilo ha llegado para quedarse o se queda como una corriente extravagante con un momento pasajero en la cima, como sucedió con el nu metal, el G-funk o el emo. Entretanto, en BN Grup no permanecemos ajenos al movimiento, y es que por ejemplo en las noches de la discoteca Cawalk Barcelona o de Otto Zutz no faltan pinceladas de esta música.